jueves, 19 de febrero de 2015

Xīn Nián Kuài Lè! (新年快乐)

Hoy 19 de febrero de 2015 una buena parte de la humanidad celebra la entrada en un nuevo año. Felicidades a todos los compañeros chinos que observan el cielo con la misma fascinación y asombro que nosotros, y un abrazo especialmente para nuestros amigos Zhong y Vicky en Taiwan.


Pero espera... haciendo memoria... ¿no caía el Año Nuevo chino al final de enero? ¿O era a principios de febrero? En realidad todos y ninguno; si el año de la cabra empieza hoy, el del caballo lo hizo el 31 de enero de 2014, y el del mono lo hará el 8 de febrero de 2016. Al igual que la fecha de la Pascua cristiana, el Año Nuevo chino se calcula en base a las fases de la Luna.

Tan raro como suena, es interesante saber que una gran parte de los calendarios a lo largo de la historia son o han sido lunisolares, esto es, han tenido en cuenta tanto los movimientos del Sol como los de la Luna. Así tenemos los calendarios tradicionales de todo el área de influencia china -como el japonés, el mongol, el vietnamita o el coreano-, más el hindú, el budista, el tibetano, el bengalí, el hebreo, el kurdo, el inca, el helénico, el babilónico... ¿Y quién es el raro ahora?

Incluso hay calendarios que son fundamentalmente lunares, como el musulmán. Pero es que incluso nuestro calendario tiene reminiscencias lunares, ¿pues qué es el mes sino una medida temporal del ciclo lunar? O al menos lo era, en un principio, hasta que tras sucesivas reformas y dando siempre prioridad al año frente al mes y la semana, se han quedado estos últimos como fósiles culturales, testigos del origen de la medida del tiempo. Y la medida del tiempo no viene de otro sitio que de la observación del cielo, dándonos cuenta cómo los movimientos del Sol y la Luna determinan los ciclos naturales.

Credit: vxside en http://vxside.deviantart.com

Desde la antigüedad se conoce bien el problema de que no hay un número entero de meses en un año. Digamos que Sol y Luna van cada uno a su ritmo, y sólo coinciden cada 19 años, que serían 235 meses lunares. Esto recibe el nombre de ciclo metónico, por el astrónomo griego Metón de Atenas, el cual se dio cuenta de que las fases lunares se repetían exactamente con esa frecuencia. Cada cultura que ha usado un calendario lunisolar ha tenido que resolver este problema de alguna forma, ya sea añadiendo días extra o meses extra, anualmente o cada cierto tiempo, para conseguir mantener alineados la parte lunar con la parte solar del calendario.

Pero volvamos al tema del post. ¿Cómo se calcula la fecha del Año Nuevo chino?

En el calendario occidental la primavera empieza el equinoccio de primavera, mientras que el invierno empieza el solsticio de invierno; para los chinos estas fechas son la culminación de la estación. Así si buscamos el punto medio entre el 22 de diciembre y el 21 de marzo (90 días de distancia) tendremos el comienzo de la primavera. Este día cae en torno al 4 de febrero (del 3 al 5), según la fecha exacta de solsticio y equinocio, a 45 días de cada uno de ellos. Pues bien, la fecha de Año Nuevo será la de la luna nueva más cercana al 4 de febrero, lo que puede ocurrir entre el 21 de enero y el 21 de febrero.

Efectivamente, este año el 4 de febrero hubo luna llena, así que tenemos una celebración de Año Nuevo bastante tardía, pero no es óbice para celebrarlo con un buen plato de pasta de arroz...

Xīn Nián Kuài Lè!


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